Condenado un vecino de Vinaròs, Iván Martín Porta, a 11 años y tres meses de prisión por abusar sexualmente de su hija desde que esta tenía 9 hasta los 16 años. Se da la circunstancia de que la menor se encontraba protegida por la Generalitat desde que tenía cinco años, cuando el Consell declaró la situación de desamparo, a petición familiar, por la imposibilidad del padre de hacerse cargo de ella y sus hermanos. La víctima visitaba a su padre durante los fines de semana y ciertos periodos vacacionales, aunque entre semana residía siempre en un centro de acogida.

Durante esas visitas autorizadas se produjo el inicio de los tocamientos que el tribunal de la Sección Segunda ha declarado probados. Según la sentencia, el condenado aprovechaba que la niña pernoctaba en su casa para, en horario nocturno, ir en muchas ocasiones al dormitorio de la misma, procediendo a acariciarle el pecho y sus genitales.

Estos actos, según los magistrados, pasó a realizarlos «con mayor asiduidad» desde que la menor pasó a vivir con él, una vez acordado el cese y archivo de las medidas de protección administrativa --aunque con seguimiento de los servicios sociales municipales--. El tribunal le ha impuesto además una indemnización de 18.000 euros para la menor, así como la prohibición de acercarse y comunicarse con ella durante los diez años siguientes desde su salida de la prisión.