La Audiencia Provincial de Castellón ratifica la sentencia dictada por el Juzgado de Instrucción número 3 de Vila-real, que condena a un ciudadano de origen magrebí a pagar una multa de 360 euros por okupar una vivienda de Burriana propiedad de una entidad bancaria. El banco denunció ante la justicia que el ahora sentenciado había usurpado el domicilio, sito en la calle Vicente Cantos Figueroa, al menos, desde el mes de abril del 2015.

La jueza de Vila-real lo condenó por un delito leve al pago de una sanción económica de cuatro euros diarios durante tres meses y ordenó el desalojo de la vivienda afectada. La defensa del okupa recurrió el fallo ante la Audiencia Provincial, alegando que no quedaban probados los hechos y que el acusado no había sido oído. El máximo órgano provincial confirma ahora la pena.