Reincidente. Entraba en el centro penitenciario de Castellón I a cumplir la pena por traficar con estupefacientes cuando intentó pasar droga al recinto. Por ello, la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Castellón ha condenado a esa mujer a cuatro años y medio de prisión por un delito contra la salud pública.

La reclusa, de 50 años y vecina de la Llosa --aunque oriunda de Alicante--, intentó meter droga en la cárcel de Castellón justo en el momento en el que ingresaba como interna para cumplir una condena por un delito de tráfico de drogas. La sala le aplica por ello la agravante de reincidencia y le impone, además del internamiento, una multa que asciende a un total de 3.138 euros.

HACE MÁS DE UN AÑO / Los hechos sucedieron el 10 de febrero del 2017 cuando la mujer, condenada por la misma Sección Primera de la Audiencia de Castellón a tres años y medio de prisión por un delito contra la salud pública, estaba realizando los trámites para formalizar su ingreso en el Centro Penitenciario Castellón I.

Durante el cacheo, la funcionaria le pasó el dispositivo detector de droga, que sonó constantemente en la zona situada entre el ombligo y la ingle. Sin embargo, ella negó que llevara nada en su cuerpo, por lo que fue recluida en una celda que carecía de mobiliario y previamente registrada, donde estuvo sola, a la espera de ser trasladada a la enfermería para así poder someterla a un control más exhaustivo.

LO TIRÓ AL INODORO / Cuando la condenada abandonó la celda, ya en la enfermería, la raqueta ya no detectó la droga, por lo que los funcionarios revisaron la celda anterior donde había estado en espera. En esta estancia localizaron en el inodoro un preservativo que contenía hachís, en concreto, 50 gramos; y la cocaína, una cantidad de ocho gramos con una pureza del 67%.

MÁS DE MIL EUROS / Ambas sustancias las había portado en el interior de su cuerpo con vistas a introducirlas en el mercado ilícito de la cárcel de Castellón, donde, según fuentes judiciales, se hubieran vendido por más de mil euros, en concreto, por 1.046,03 euros, tal y como consta en los hechos probados de la sentencia.

La acusada negó durante el juicio que hubiera introducido la droga en la cárcel y en su defensa manifestó que llevaba puesto un DIU (anticonceptivo con elementos de cobre) y que hasta el momento de ingresar aquel día era consumidora de cocaína y hachís. Sin embargo, a la vista del informe médico, en el historial clínico del centro solo constaba que probaba el tabaco pero ninguna otra sustancia adictiva.