El Juzgado de lo Penal número 2 de Castellón ha condenado a cinco años y un día de prisión a Aurel Florin Sandulescu, de nacionalidad rumana y uno de los agresores de mujeres de Vila-real y Burriana, que golpearon brutalmente y robaron a once víctimas en junio del 2015 en los portales de sus casas. Causaron una gran alarma social, no solo en ambos municipios, sino también en otras localidades próximas, como Castellón o Almassora.

Según la sentencia, a la que ha tenido acceso Mediterráneo en exclusiva, la magistrada ha declarado probado que el procesado atacó, al menos, a dos de las víctimas, sin haberse podido acreditar su participación en el resto de los graves ataques. El susodicho abordó el 2 de junio del 2015, sobre las 17.40 horas, a una mujer de 86 años cuando esta se disponía a abrir la puerta de su edificio, en el número 56 de la calle Encarnación de Burriana.

Golpeó a la víctima, la hizo caer al suelo y se apoderó de todas las joyas que la afectada llevaba puestas. Entre ellas, alianzas de boda de oro, una cadena y una pulsera. Tras el grave ataque, dejó a la anciana malherida, con los pómulos y el húmero del brazo derecho rotos, entre otras cosas; en el suelo y huyó a la carrera.

Acto seguido, según consta en el documento judicial, el agresor se dirigió a un establecimiento de compra y venta de joyas de Vila-real, en la avenida Corts Valencianes, donde se deshizo de las alhajas robadas y obtuvo por ellas casi 350 euros en efectivo.

Una semana después, el 9 de junio, el ya condenado atacó de nuevo. Esta vez, lo hizo en el número 64 de la calle Torrehermosa de Vila-real. Eran las 23.00 horas. Cuando una mujer intentaba acceder a su bloque de viviendas, Aurel Florin Sandulescu la golpeó violentamente en el rostro hasta hacerla perder el equilibrio y caer al suelo, donde siguió pegándole brutalmente con el puño.

Los gritos desesperados de auxilio de la mujer ahuyentaron al atacante, que se dio a la fuga del lugar, dejando a la víctima en el suelo, con unas graves lesiones que requirieron sutura y tratamiento otorrinolaringólogo, que tardaron en curarse 186 días.

Una chancla, que se encontró cerca del portal de una de las dos víctimas y que tenía el ADN del ya sentenciado fue determinante para poder probar su autoría.

Aunque la Fiscalía hizo una petición inicial de 12 años de prisión, el acuerdo alcanzado con la defensa de Aurel Florin Sandalescu, ha dejado la condena en cinco años y un día por un delito intentado de robo con violencia, en concurso con un delito de lesiones, y otro delito de robo con violencia, en concurso con lesiones, aplicándose en ambos casos el abuso de superioridad.