El Servicio Marítimo de la Guardia Civil se incautó de un total de 65 kilos de pescado variado que estaba siendo vendido de forma ilegal a un restaurante del distrito marítimo de Castellón.

En uno de sus servicios los efectivos del instituto armado observaron un vehículo realizando maniobras sospechosas en el puerto pesquero y que seguidamente se dirigió a un restaurante del Grao para descargar en la cocina lo que parecían ser cajas de pescado. La Guardia Civil procedió a la identificación del ocupante del coche, hallando en el maletero un total de siete cajas de pescado con cuatro kilos de rape, ocho de salmonete y 52 de morralla.

Durante la inspección los agentes observaron diversas irregularidades, como que la talla del género era antirreglamentaria. La mercancía iba transportada sin refrigeración y sin ningún tipo de medida sanitaria.