La vida de más de 700 mujeres de la provincia puede parecer a simple vista de lo más normal. Van a trabajar, recogen a sus hijos del colegio, acuden al supermercado, al gimnasio... Una normalidad, sin embargo, que es un espejismo, pues en la sombra las vigilan policías y guardias civiles, que velan por su seguridad y por prevenir que sus agresores puedan hacerles daño.

En Castellón hay 6.686 casos de violencia de género, que afectan a 6.205 mujeres (puede haber víctimas con más de un agresor). Un total de 713 de ellas cuentan con protección policial (más de 400 solo en Castellón y Vila-real). En 2017 se ha incrementado la cifra de personas vigiladas, pues son hoy 11 más que hace un año en la provincia, según los últimos datos del Sistema de Seguimiento Integral de Violencia de Género (VioGén) del pasado 31 de enero.

Los protocolos de intervención son, cada vez, más exhaustivos a fin de conseguir una actuación integral en el ámbito de la violencia contra la mujer, un aumento de la prevención, la efectiva protección de las víctimas y una mayor eficacia en la investigación de los delitos.

Una de las últimas medidas anunciadas para salvaguardar la integridad de las afectadas por malos tratos la anunció a principios de este mes el Ministro del Interior, Juan Antonio Zoido, con la puesta en marcha de un sistema informático que permite avisar, a través de un mensaje de texto instantáneo en su móvil, tanto a las víctimas, como a los policías asignados para su protección, sobre la concesión de permisos penitenciarios al agresor.

Este mensaje no es, sin embargo, una alerta puntual. Y es que, a partir de ese momento, según explicó Zoido, se realizará «una vigilancia próxima y, si la mujer considera que tiene riesgo por encima de lo normal, se le dará protección, al tiempo que se hará un seguimiento de todo lo que haga su agresor», incidiendo en que si el susodicho protagonizara algun incidente con la afectada, este quedará registrado y se le impedirá que pueda volver a disfrutar de un permiso que ponga en riesgo a la mujer».

Interior considera que de las 713 mujeres maltratadas en la provincia, un 48% corre el riesgo de volver a ser agredida. Por ello, los cuerpos y fuerzas de seguridad establecen tres niveles de riesgo diferenciados, que permiten identificar cada caso de forma individualizada y activar un control más o menos intenso sobre la mujer. Las Unidades de Familia y Mujer (Ufam) de la Policía Nacional están compuestas por agentes especialistas que se asignan a las víctimas y actúan como sus protectores. Cada una de las afectadas tiene el teléfono del agente que le han asignado y a quien puede llamar las 24 horas del día.

Evaluación del riesgo

El sistema VioGén determina que en la actualidad hay 283 mujeres en riesgo bajo en Castellón, con las que la policía contacta telefónicamente de forma esporádica y les informa sobre medidas de autoprotección.

Existen otras 58 víctimas que se sitúan en el riesgo medio y sobre las que ya se realiza vigilancia ocasional en su domicilio, puesto de trabajo y los colegios de sus hijos. Además, su policía protector se entrevista con ellas en persona y las acompaña, si existiera peligro, para realizar trámites judiciales.

Tan solo tres mujeres se encuentran en riesgo alto en la provincia. Las vigilancias frecuentes sobre su casa, puesto de trabajo y centros escolares; el control esporádico de sus agresores y la posibilidad de trasladarse a un centro de acogida o a casa de un familiar en días posteriores a una agresión son su seguro de vida.