La Audiencia Provincial de Castellón ha absuelto al agente municipal de la Vall d’Uixó acusado de excederse en una actuación policial hace casi nueve años. La Fiscalía pedía para él cinco meses de prisión y otros 23 de inhabilitación por lo que consideraba un presunto delito contra la integridad moral por el que fue juzgado el pasado mes de noviembre.

Sin embargo, el tribunal de la Sección Primera no aprecia que el policía local se excediese con un motorista que pretendía pasar por una calle que estaba cortada al tráfico con motivo de la celebración de una carrera. Según reza la sentencia, el agente prestaba servicio en la avenida Jaime I el 24 de abril del 2010, en su intersección con la rotonda de la Colonia Segarra, debido a que estaba previsto el paso de la vuelta ciclista a la provincia. Un motorista se aproximó hasta el punto regulado, habiéndose saltado antes una valla de prohibición de paso.

Según declara probado el documento judicial, el motorista quería que le permitiesen pasar porque tenía que ir a una finca a dar de comer a unos animales y pretendía que el policía le dejase pasar, a lo que no accedió, explicándole que el cierre al tráfico sería momentáneo. No obstante, el ciudadano se mostraba disconforme, quejándose vehementemente de que no tenía otro lugar por donde pasar, aumentando su indignación al ver que a otros vehículos sí que se les permitía, por una ruta alternativa idónea, lo que consideraba un trato discriminatorio para con él.

En un momento dado, el motorista se acercó aún más con su vehículo hasta donde estaba el agente. Este último, al interpretar su actitud como de abierta rebeldía y temeroso de que quisiera pasar a las bravas, con la peligrosa situación que se podía plantear si conseguía hacerlo al estar tan cerca los ciclistas, comunicó a su superior a través del sistema de trasmisiones que necesitaba ayuda y, ante la tensión del momento por la proximidad de los ciclistas y la actitud del motorista, le colocó una de las esposas y la otra la puso en el manillar.

El susodicho se quedó en esa situación unos minutos, hasta que fue arrestado totalmente por su actitud con el agente y trasladado al cuartel de la Guardia Civil de la Vall d’Uixó.

El tribunal no cree el relato del motorista que lo denunció

Para el tribunal provincial, el policía local de la Vall enjuiciado «no hacía más que cumplir con lo que se le había ordenado por su superior», que era cortar el tráfico en la zona. El testimonio prestado por el motorista al exponer los hechos no le parece «creíble» a los magistrados. «No es lógico ni ajustado a las reglas de la experiencia del acusado», afirma el tribunal en la sentencia. Y es que, durante el juicio, el denunciante declaró que el policía local «me dijo que pasaría cuando a él le diera la gana y me dejó 40 ó 50 minutos esposado delante de todo el mundo, en medio de la rotonda».