La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Castellón ha absuelto a un policía local de Castellón que fue acusado de agredir a una ciudadana, tras negarse a recoger los excrementos de sus perros en el parque Ribalta. El agente fue juzgado el pasado 25 de abril por un supuesto delito de lesiones y otro contra la integridad moral, por el que la Fiscalía pedía dos años de prisión. Sin embargo, el tribunal ha determinado que el relato incriminatorio de la supuesta víctima es “confuso y difícilmente verosímil”.

Según han declarado probado los magistrados, un agente, compañero del procesado, le recriminó a la mujer que no recogiera las deposiciones de sus canes, mostrándose ella molesta por la reprimenda del policía y refiriéndose a él como “chulo”, “sinvergüenza”, “hijo de puta” y mandándolo “a la mierda”. El efectivo le pidió que se identificara, negándose la ciudadana, que se enfrentó a él “dirigiéndole varias patadas y puñetazos”.

Entonces, el policía pidió refuerzos y el acusado se dirigió, junto a otros compañeros, al lugar de los hechos. Al querer marcharse la mujer a toda costa, el agente absuelto la cogió por el brazo izquierdo y la condujo hasta un coche policial.

Según han estimado probado los jueces, la susodicha, en su voluntad de no entrar en el coche, “se tiró, desplomada, al suelo, cayendo contra el perfil o el marco de la puerta, y resultando lesionada en un brazo”.

Asimismo, una vez dentro de la patrulla, dio golpes a la mampara, pidiendo salir, alegando claustrofobia, y abrir la puerta los agentes, “se arrojó en plancha al suelo de nuevo”. Aunque acusó al agente juzgado de darle un puñetazo, un extremó que tanto él como sus compañeros negaron, los jueces han dado la razón al policía local. H