Absuelto. La Sección Segunda de la Audiencia Provincial no considera probado que el vecino de la Vall d’Uixó Efrén C.S., de 36 años, intentó tirar a su hijo, de cinco, por la ventana del piso de sus suegros. La Fiscalía lo acusaba de intento de homicidio y pedía para él 11 años y medio de prisión. Sin embargo, los magistrados --José Luis Antón, Horacio Badenes y Pedro Javier Altares-- lo absuelven de dicho delito y lo condenan solo por el de coacciones a nueve meses de cárcel, según reza la sentencia a la que ha tenido acceso Mediterráneo.

Los jueces sí consideran probado que el procesado, que presenta rasgos de personalidad cluster B, que suponen un trastorno límite de la personalidad, amenazaba a su mujer con suicidarse si ella lo dejaba. La afectada le había planteado la opción de divorciarse, ya que había dejado de quererlo. Ante estos hechos, Efrén C.S. le decía que se quitaría la vida si ella se separaba o si empezaba a salir con otro hombre, amenazando, asimismo, con llevarse a los dos hijos del matrimonio, de cinco y siete años, al extranjero.

El condenado por coacciones decía a su pareja que no le dejaría «hacer su vida», que «ya sabía cómo se las gastaba él» y que era «capaz de todo» a fin de presionarla para que continuara con la relación, según señalan los jueces.

AGOBIADA / El valldeuxense comenzó a intentar complacerla, diciéndole insistentemente que la quería y que le perdonara, una actitud que a ella le «cansaba y agobiaba». El 9 de diciembre del 2015 la pareja tuvo una discusión debido a esa desconfianza. En días posteriores, la mujer vio a su marido, en actitud vigilante, en las inmediaciones de la casa de los abuelos maternos, cosa que alarmó a la afectada, que acudió al cuartel de la Guardia Civil para informarse acerca de qué hacer al respecto. El día 10 él se presentó en la vivienda de sus suegros y, en presencia de los dos niños, inició una discusión durante la que empezó a gritar que iba a cometer «una locura», dirigiéndose a la ventana del salón y diciendo que se iba a suicidar.

En un instante, el hombre se agachó hasta donde estaba sentado su hijo y lo abrazó, creyendo su suegro que se iba a tirar por la ventana con el menor, por lo que se abalanzó sobre él para impedírselo, arrebatándole al niño.

El tribunal no cree probado que la intención del acusado fuera lanzar al menor y no ve descartable que abrazara al niño para despedirse antes de suicidarse.