Un vecino de Onda aceptó ayer una condena de tres años de cárcel y el pago de 8.000 euros de multa. El procesado reconoció ante el tribunal de la Sección Primera de la Audiencia Provincial que había cometido un delito contra la salud pública al dedicarse a la venta de drogas en su domicilio de la calle Tossalet de Onda.

El investigado llegó a un acuerdo con la fiscal del caso antes de que diera comienzo el juicio oral y logró una rebaja de la pena, pues el Ministerio Público solicitaba inicialmente cuatro años y medio de cárcel para él.

Los hechos por los que fue ayer sentenciado tuvieron lugar en agosto del 2017, tras recibirse quejas vecinales por un fuerte olor a marihuana en la zona.

Agentes de la Guardia Civil realizaron vigilancias sobre la zona y, cuando el condenado llegó un día a su domicilio, lo identificaron y procedieron al registro de la vivienda, con dos policías locales de Onda como testigos.

En el interior encontraron dinero fraccionado, 2,2 kilos de marihuana metidos en siete bolsas, unos 12 gramos de cocaína, una báscula de gran tamaño y otras dos de precisión. El valor de las sustancias intervenidas, por dosis, hubiese alcanzado un precio superior a los 12.000 euros en el mercado, según consta en el propio documento judicial.

El investigado se conformó ayer con la citada pena de prisión y deberá abonar, asimismo, las costas del procedimiento.