Una castellonense acusó ayer a su amante de haberle enviado un paquete por correo postal a Castellón, que contenía un kilo de cocaína -valorada en 31.362 euros-. Así lo relató la mujer durante el juicio que se dirige contra ella y el hombre, de nacionalidad peruana, en la Audiencia Provincial. Ambos se enfrentan a una pena de seis años de prisión por tráfico de drogas.

«Una semana antes de que llegara el paquete, me dijo que recibiría algo a mi nombre que era para él. No pensé que me la podía jugar de esta manera y creí que podía tratarse de un paquete con perfumes de imitación o algo así», aseveró la procesada, a preguntas del Ministerio Fiscal.

El bulto venía de Cali (Colombia) y los agentes de la Aduana lo interceptaron, pasándolo por rayos y comprobando que contenía cocaína. Un juzgado de instrucción de Madrid permitió la entrega controlada del envío para poder detener a su destinataria.

«Fuimos los dos juntos a la oficina de correos. Él había seguido la llegada de la caja con su móvil y, en cuanto lo recogimos, la Guardia Civil me detuvo antes de que saliera por la puerta», relató la procesada, quien indicó a los agentes que no sabía cuál era el contenido. La mujer aseguró al fiscal que, teniendo un trabajo fijo en un bar e hijos pequeños, no iba a cometer un delito así. Asimismo, denunció que, estando en prisión preventiva --donde ambos permanecen desde la detención-- había recibido «amenazas» por parte de quien fuera su amante para «comerse» ella sola los cargos. «Me ha llegado a decir que sabe a qué colegio van mis hijos y dónde vive mi madre», confesó ayer a los magistrados.

Por su parte, el acusado negó el affaire y tampoco se hizo responsable del envío de cocaína. Se limitó a decir que solo «acompañó por amistad» a la acusada.

Cuando el paquete se abrió en sede judicial, pudo comprobarse que contenía cuatro chaquetas, cuyos forros ocultaban cuatro placas de la sustancia, con una pureza del 26%. El fiscal del caso sostiene que los dos encausados pretendían distribuir dicha sustancia a terceras personas.

En la vista oral declararon también los agentes de la Guardia Civil que participaron en el arresto de la supuesta expareja. «Ella dijo que no sabía nada y que él había enviado el paquete a su nombre», sostuvo uno de los efectivos.