Miguel López, único acusado del asesinato de María del Carmen Martínez, viuda del expresidente de la CAM, Vicente Sala, atribuye el crimen de su suegra a un posible ajuste de cuentas de «algún pirado de la CAM» o relacionado con la actividad empresarial en Sudamérica, «de donde llega el 80 por ciento de nuestros ingresos». Así lo señala en conversaciones telefónicas presentadas por ministerio fiscal y defensa en la vista donde se le juzga por el asesinato.

En una de las conversaciones mantenida con un amigo cinco días después del crimen, López pronunció frases como «esto viene de allí», en relación con los negocios de Sudamérica o «éste ha jodido a alguien», en referencia a su cuñado, Vicente Sala.

El único acusado afirma, en una de las más de 10 llamadas reproducidas ayer, que «tenía miedo», que inicialmente creían que era un robo, pero que «a alguien hemos jodido de Argentina, México o Colombia» y que «eso, lo llevaba mi cuñado, él sabrá».

«Esto no se hace en un cuarto de hora. Esto está muy bien calculado y lo han hecho en el momento en el que más daño nos podían hacer», señala Miguel López en una conversación. En otra, hace referencia a su suegra asesinada, de la que dice era «una mujer muy volátil», y para la que «un día era blanco, otro negro y otro te quiero un montón» y que tras el crimen «están hechos una piña», aludiendo a los cuatro hijos.