Un acusado de presuntamente abusar sexualmente de su hija menor de edad en su domicilio de l’Alcora usó ayer su alegato final, durante el juicio celebrado en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial, para defender su papel como progenitor y apuntar a que la investigación debería recaer en la expareja de la madre de la niña como supuesto autor de dicho delito. «Solo he hecho mi papel de padre, la he llevado al colegio, le compré ropa, mejoró en los estudios. Nunca la he tocado, por jugar con mi hija parece que soy un pedófilo», señaló el procesado ante la presidenta del tribunal. Tras esta declaración, el juicio quedó visto para sentencia.

La vista celebrada ayer fue una continuación de la del pasado lunes, cuando tuvo que suspenderse al faltar dos testigos claves en el caso, como son la madre de la menor y la que era pareja del acusado en el momento en el que supuestamente sucedieron los hechos. La primera de ellas tampoco compareció ayer al encontrarse en paradero desconocido ya que no le consta domicilio alguno. La segunda declaró por videoconferencia desde A Coruña. «La niña me contó que el padre le bajó la ropa de la parte de abajo, se bajó la de él y se subió encima de ella», aseguró, al tiempo que afirmó que estando los tres juntos nunca vio «nada fuera de lo normal».

En las conclusiones finales, la Fiscalía se ratificó en el grueso de su escrito de acusación y solicitó para el procesado seis años de prisión y seis más de libertad vigilada. Según el Ministerio Público, la madre, con un historial de adicciones y problemas diversos, cedió al progenitor la custodia y este manoseó a la pequeña en sus partes íntimas mientras estaba a su cuidado en su domicilio. La fiscal avala el testimonio de la menor y recalca los dos informes periciales que constatan que los hechos narrados por la niña resultan verosímiles.

La víctima fue declarada en desamparo en el 2017 y pasó a estar tutelada por la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas.

Tanto la fiscal como la defensa, que pide la libre absolución, dieron detalles durante sus respectivas intervenciones de que la menor vivía una situación muy complicada por todas las características y problemas que rodeaban a la madre, que era con la que vivía antes de que le cediera la custodia al padre, con el que vivió apenas ocho meses.