La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil ha remitido un informe al juzgado de Cangas del Narcea donde aporta pruebas «concluyentes» sobre la autoría del asesinato de Sheila Barrero, perpetrado hace 15 años en Degaña (Asturias), que conducen a la incriminación de un exnovio de la víctima.

El análisis de la UCO expone los resultados obtenidos con los nuevos avances tecnológicos que han permitido analizar, entre otras pruebas, una partícula hallada en la mano derecha del hombre, que al parecer coincide con la muestra localizada en el casquillo de la bala que mató a la joven, que contenía restos de plomo, estaño y bario.

El joven, que quedó en libertad tras prestar declaración como sospechoso, había asegurado ante los agentes que esos residuos se correspondían con los disparos que había efectuado unos días antes cuando había salido de caza. Según su versión, había utilizado un arma de cartuchería metálica, aunque se encontraron coincidencias entre una chaqueta suya y una fibra hallada en una bufanda que apareció en el coche de la víctima.

Sheila Barrero, de 22 años, fue asesinada el 25 de enero del 2004 cuando regresaba a su domicilio de Degaña tras finalizar su jornada como camarera en un pub. Su cadáver fue descubierto por su hermano en el interior de su vehículo y la autopsia constató que la joven recibió un disparo efectuado a quemarropa.