Condenado por un delito continuado de abusos a su hijastra. Juan José Monfort, de 52 años y vecino de Castellón, admitió ayer en la Audiencia Provincial que realizó tocamientos a la víctima, de 28, se exhibió desnudo ante ella y se masturbó en su presencia. El hombre reconoció los hechos que le imputaba la Fiscalía de Castellón y aceptó pagar 10.200 euros para evitar su entrada en prisión, en el marco de un acuerdo de conformidad alcanzado con el Ministerio Público.

Asimismo, no podrá acercarse a menos de 500 metros de la víctima ni comunicarse con ella durante un periodo de tres años, de acuerdo a la orden de alejamiento impuesta. También deberá hacerse cargo de las costas.

El ya condenado admitió que durante el año 2017, cuando la hija de su mujer se trasladó a vivir con ellos, comenzó a manosearla, aprovechando cualquier momento que se quedaba a solas con ella para acariciarle la cintura, la espalda y los glúteos.

En una ocasión, según el relato de hechos, la sujetó por los brazos, intentó besarla en los labios y recostarla sobre un sofá. La chica, alarmada, se marchó a su habitación para esquivarlo. Otra vez, aprovechó que su mujer no miraba, para bajarse los pantalones y la ropa interior delante de su hijastra, enseñándole sus genitales y comenzando a masturbarse en su presencia.

Unos días después, le envió una foto de sus partes íntimas a la afectada por el teléfono móvil.

La chica se decidió a denunciar lo sucedido ante la Policía Nacional, reclamó una indemnización y el caso llegó a los tribunales.

Aunque en un primer momento la Fiscalía solicitaba --en su escrito de acusación provisional-- una pena de dos años y seis meses de prisión y cinco años más de libertad vigilada, el acusado se ha beneficiado de un pacto con el Ministerio Público. Cabe destacar que el procesado no tenía antecedentes penales previos.

El celebrado ayer es el tercer juicio por delitos sexuales que acoge la Audiencia Provincial de Castellón esta semana. El lunes un hombre se sentó en el banquillo, acusado de realizar tocamientos a su hija pequeña en un chiringuito del Grao de Castellón. Fueron los camareros del bar quienes dieron la voz de alarma al observar cómo el adulto «tocaba a la niña delante de toda la playa». El hombre lo negó durante su interrogatorio.

El martes, otro hombre se enfrentó a una vista por abusos a dos niñas de nueve y diez años, hijas de unos conocidos. La fiscal pide para él 22 años de prisión por haber, presuntamente, desnudado y tocado a las menores. El acusado, nuevamente, lo desmintió. Ambos casos están ahora pendientes de sentencia.