Un hombre aceptó ayer una condena de 10 años de prisión por violar varias veces a su hija, que tenía 15, en Inca. El procesado admitió que llevó a la adolescente a una caseta abandonada, donde abusó de ella. Lo hizo cuando fue hasta Mallorca para conocerla, ya que no habían tenido contacto desde que nació. El hombre se declaró autor de un delito de abuso sexual después de que su propia abogada y la fiscal alcanzaran un acuerdo.

Como él mismo reconoció, en el verano de 2017 fue a Mallorca desde Cádiz para conocer a su hija. Lo hizo después de que la abuela materna de la menor contactara con él, ya que a la víctima le hacía ilusión conocer a su padre. El hombre aprovechó su estancia en la isla para abusar sexualmente de la adolescente. En su declaración, intentó justificar los abusos: «Ella me provocaba», dijo.

Los hechos fueron denunciados meses después y el acusado fue detenido en Cádiz en marzo de 2018. Desde entonces permanece encarcelado por este motivo. La fiscalía le imputó un delito de agresión sexual continuado, por el que reclamó 15 años de prisión, y otro de sexting por haber pedido a su hija que le enviara fotos desnuda.

Así, el procesado se conformó con una condena de 10 años de prisión y otros tantos de libertad vigilada. Además, deberá indemnizar con 5.000 euros a su hija y no podrá comunicarse con ella en dos décadas.