El menor de edad, de 17 años, que murió el pasado domingo al ser atropellado por un turismo en la autovía A-27, a la altura del término municipal de Tarragona, circulaba por el arcén en patinete, según confirmaron ayer fuentes del Servei Català de Trànsit.

La mujer que conducía el vehículo que arrolló al joven dio negativo en la prueba de alcoholemia y tuvo que ser ingresada tras sufrir una crisis de ansiedad a consecuencia de lo sucedido. Todavía se están investigando las causas.