Manuel Prades es vecino de Castellón, tiene 76 años, movilidad reducida y ha interpuesto una denuncia contra un hombre que, presuntamente, le agredió al recriminarle que aparcara en una plaza para minusválidos.

El denunciante fue entrenador del supuesto agresor, de 50 años, tiempo atrás. Ambos se encontraron un día en el Grao de Castellón, viendo la víctima que el denunciado aparcaba su coche en una de las plazas destinadas específicamente para aquellas personas con problemas de movilidad. Entonces, decidió llamarle la atención, incidiendo en que él no tenía permiso para estacionar allí. “Se puso violento, me gritó que él aparcaba donde le salía de los huevos y yo me marché”, ha relatado la víctima a Mediterráneo.

Días después, los dos hombres volvieron a encontrarse, esta vez en el camino Serradal. El afectado iba a comprar el periódico, cuando vio al presunto agresor en un bar cercano. “Cogí mi tarjeta de minusválido y me acerqué a él. Le dije que yo sí podía aparcar porque tenía el permiso, pero que él no estaba autorizado”, recuerda.

Según el anciano, el ahora denunciado comenzó a insultarle gravemente, llamándole “hijo de puta” y “puta” a su madre y su mujer, ya fallecidas, según consta en la denuncia interpuesta ante la Policía Nacional de Castellón.

“Al nombrar a mi mujer me puse muy nervioso, di un paso al frente y él vino hacia mí y me dio un fuerte puñetazo en el pecho. Entonces se acercaron varias personas a interponerse entre nosotros y llamamos a la policía”, recuerda el afectado. Esa noche, sobre las 3.00 horas, comenzó a sentir un fuerte dolor en el pecho, que le impedía respirar con normalidad, por lo que fue al servicio de urgencias de su ambulatorio y fue derivado al Hospital General, donde estuvo ingresado ocho horas. A su salida, no dudó en ir a presentar la denuncia. H