La Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, a través de la dirección territorial de Castellón, ha iniciado un expediente sancionador a un cazador furtivo que abatió 38 palomas torcaces en Burriana.

Los hechos ocurrieron el pasado 11 de agosto, cuando un grupo de personas cazaba con escopeta en zona común en periodo no hábil y en modalidad no autorizada en esta época por la orden 1/2019, de 11 de julio, de vedas. A la llegada de los agentes medioambientales de la Conselleria, los cazadores huyeron del paraje, abandonando una escopeta. Pasadas dos horas y 45 minutos, regresó al lugar de la cacería una persona que se identificó como propietario del arma.

Junto a la escopeta había también 140 cartuchos usados, numerosa munición sin gastar (237 cartuchos), doce reclamos artificiales de palomas y tórtolas situados en una zona cebada con maíz y 41 piezas abatidas: 38 palomas torcaces (columba palumbus) y 3 palomas bravías (columba livia) y abundante material, todo lo cual fue decomisado por los inspectores. Así lo hizo público ayer la Generalitat en un comunicado.

Estos hechos, denunciados por los agentes medioambientales de la Conselleria, incumplen varios artículos de la Ley de Caza 13/2004 de 27 de diciembre, de la Comunitat Valenciana, y constituyen cinco infracciones graves, según el Consell. El furtivo identificado deberá enfrentarse a la multa correspondiente.