El acusado de perpetrar un atraco en una gasolinera de la carretera de Almassora el pasado mes de junio, vestido de payaso y armado con un fusil simulado, manifestó ante el juez que no recordaba nada de lo ocurrido porque iba «muy drogado». C.N.M., de nacionalidad española y de 30 años, se sentó en el banquillo de los acusados del Juzgado de lo Penal número 4 de Castellón para enfrentarse a una pena de cinco años de prisión --solicitada por el Ministerio Fiscal-- por un presunto delito de robo con intimidación y uso de instrumento peligroso con la agravante de disfraz.

Durante su interrogatorio el varón no negó haber cometido el asalto ni haber apuntado con el arma a la cabeza al empleado de la estación de servicio. Dijo, sencillamente, que había consumido una gran cantidad de droga ese día y que no sabía si los hechos los había cometido él.

Y es que C.N.M. presenta, según el fiscal, un patrón de abuso relacionado con el consumo de cocaína, cannabis y benzodiacepinas, así como del alcohol.

Sí exculpó a los otros dos procesados, conocidos suyos, a quienes acusaban de un delito de encubrimiento --y para quienes el fiscal pide un año y medio de cárcel-- por guardar parte del botín robado por el atracador en la gasolinera. El principal acusado explicó que si acudió a los otros dos acusados para pedirles que guardaran parte de los 350 euros sustraídos, estos no sabían de dónde había salido el dinero.

SEIS MESES EN PRISIÓN / C.N.M., que está en prisión preventiva desde su arresto hace seis meses, se colocó durante el golpe una máscara en el rostro para dificultar su identificación, tanto por parte del empleado como ante las cámaras de seguridad del negocio, según sostiene la Fiscalía Provincial. A plena luz del día se aproximó a la caja registradora y encañonó al dependiente, apuntándole a la cabeza y amenazándolo, presuntamente, de muerte, según sostiene el fiscal en su escrito de acusación. «Dame todo el dinero o te mato», dijo C.N.M. al empleado, según mantiene el Ministerio Público. El trabajador, atemorizado, le entregó 350 euros en efectivo que había en la caja ante el temor que sentía.

Cuando obtuvo el dinero, el asaltante huyó del lugar y se dirigió a casa de una pareja de conocidos. La Fiscalía sostiene que los otros dos acusados tenían pleno conocimiento de los hechos y que ayudaron a C.N.M. a ocultar parte del botín, así como el falso fusil empleado en el robo.