La preocupación y el estado de alerta se adueñaron de los vecinos de Ares después de que en la madrugada del lunes al martes se produjera una oleada de robos que afectó a tres viviendas y a varios edificios públicos del municipio. El Ayuntamiento denunció los hechos ante la Guardia Civil.

El alcalde, Abelardo Tena, explicó a Mediterráneo que los ladrones forzaron de noche las cerraduras del museo de la Cova del Castell, la Unidad de Respiro Familiar, el Ayuntamiento, la farmacia, la iglesia y el almacén municipal. Pese a ello, y «aunque parezca increíble», los cacos tan solo se llevaron 20 euros en metálico, un móvil viejo, gasóleo, herramientas y unas tarjetas identificativas. «En los domicilios particulares, que se encontraban desocupados, había televisiones y mucho mobiliario, incluso algún telescopio de valor, pero no se llevaron nada de ello», indicó Tena.

También sorprendió, tanto al primer edil como al párroco de la localidad, el hecho de que los asaltantes entraran en la iglesia y apenas se llevaran unos euros del cepillo, pero no se interesaran por el cáliz y otras piezas de arte religioso de valor.

SOBRESALTO // Pese a ello, el susto fue mayúsculo para los vecinos y para el personal municipal, que durante toda la mañana realizó los trámites para interponer la correspondiente denuncia y para reparar las puertas. También tuvieron que ordenar el edificio municipal, que amaneció con todos los papeles revueltos. «No sabemos exactamente que buscaban, estamos sorprendidos», zanjó Tena. La Guardia Civil se ha hecho cargo de la investigación, y un agente hizo ayer las primeras pesquisas en el municipio.