Numerosos vecinos de distintos barrios de Castellón han sido víctimas en los últimos 15 días de robos en sus domicilios, en los que los ladrones se introducen aprovechando la ausencia de los propietarios. Buscan fincas con un modelo concreto de cerradura, muy común en edificios de nueva construcción de la capital, para la cual han creado llaves maestras y en las que entran, principalmente, con la técnica del bumping, un modus operandi que les permite desbloquear las cerraduras sin llegar a forzarlas.

Así ha podido saberlo Mediterráneo de fuentes solventes, que han detectado robos en inmuebles de la zona de la UJI, los alrededores del Hospital Nisa Rey Don Jaime y también algunos chalets de Maestro Ripollés.

Se trata de una nueva oleada de asaltos, que se suman a los que ya vivieron diversos domicilios de barrios como el Peri 18 y el Pau Sensal, según apuntan fuentes cercanas a la investigación.

Al parecer, los autores vigilaban los edificios para saber a qué horas abandonaban las viviendas sus inquilinos. Colocaban pequeños papeles y chapas en las puertas de las distintas plantas y pasaban, al cabo del rato, para saber si había gente viviendo en la casa y a qué horas dejaban el inmueble.

La técnica del bumping está basada en insertar una llave en la puerta y golpearla con un objeto, separando los pistones de los contrapistones y liberando, de este modo, el giro de la llave.

Así lo explica la Unión de Cerrajeros de Seguridad, que recomienda instalar una cerradura con escudo cerrado, elegir llaves poco convencionales y cambiar los bombines antiguos y poner en las viviendas más de un cerrojo.

Las grandes superficies comerciales de la capital que venden objetos para el hogar han recibido esta última semana a un gran número de castellonenses, que han adquirido nuevos cerrojos y bombines, preguntando a los dependientes por los sistemas más seguros para evitar los robos. H