A primera hora de la tarde de ayer los bomberos acudieron a una llamada de emergencias que alertaba de un incendio en un edificio abandonado en el barrio Carbonaire de la Vall d’Uixó. Concretamente, se trataba de un matadero abandonado de pollos.

Aunque el fuego en ningún momento afectó a la instalación, la humareda que provocó la combustión de los residuos que se acumulaban en su interior alarmó a los vecinos, que en algunos casos, como informaron al diario Mediterráneo, decidieron alejarse del barrio hasta que los bomberos controlaran las llamas y se conociera el alcance y las consecuencias del incendio. A pesar del temor inicial, los efectivos pudieron controlar el fuego sin problemas y, dos horas después del aviso, el dispositivo de emergencia ya había extinguido las llamas detectadas.

Un vecino consultado aseguró que esas naves «llevan mucho tiempo abandonadas y dentro había basura de todo tipo: papeles, plásticos y escombros». En cuanto al miedo por la posible toxicidad del humo que desprendía el interior del edificio, las viviendas más cercanas detectaron un olor más fuerte, «como a neumático quemado», dijo uno de los afectados. Por otro lado, el propietario de un taller próximo aseguró que «los bomberos lo han controlado desde el principio», negando que hubiese habido peligro.

Resultó llamativa la forma de prenderse el interior de la nave abandonada. Tanto Policía Local como Guardia Civil colaboraron en el dispositivo de extinción y abrieron diligencias previas para investigar lo sucedido.