Un vecino de Castelló, de origen colombiano y de 58 años, ha sido finalmente condenado a una pena de dos años y nueve meses de cárcel por malos tratos habituales a su exnovia. La peculiaridad del caso reside en la diferencia de edad existente entre víctima y agresor, que mantuvieron una relación sentimental cuando él tenía 52 años --contaba con una mujer que estaba embarazada-- y ella solo tenía 13.

La Audiencia Provincial de Castelló le impuso dos años y tres meses de prisión, en primera instancia, por tres delitos de lesiones. El fallo fue recurrido y el TSJCV amplió la pena recientemente en seis meses más, considerando acreditado el delito de maltrato habitual hacia la niña.

El Tribunal Supremo confirma ahora esa pena y desestima, así, el recurso de casación interpuesto por el procesado, quien había alegado que los hechos no habían quedado acreditados al sustentarse exclusivamente en las declaraciones de la menor, sus amigos y allegados.

El alto tribunal de Madrid considera, al igual que los anteriores, que el testimonio de la víctima es «absolutamente convincente». Además, incide en que existe prueba de cargo bastante y recuerda que «la declaración de la perjudicada puede constituir prueba de cargo suficiente cuando se practica con las debidas garantías procesales».

ABUSOS SEXUALES / La Fiscalía pedía 16 años de prisión para el varón y solicitaba, además de los delitos de lesiones, una condena por abusos sexuales. Sin embargo, el tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial lo absolvió al considerar que tanto la relación sentimental, como los encuentros sexuales, eran voluntarios y que no existía prevalimiento por parte del adulto.

Los hechos sucedieron en Castelló, entre 2013 y 2017. Al inicio de la relación entre ambos todavía no se había introducido la reforma del Código Penal del año 2015, que elevó la edad de consentimiento sexual de los 13 a los 16 años. Por ello, en el momento en que sucedieron los hechos se consideraba que un menor de 13 ya podía decidir acostarse con un adulto y ello no se consideraba delito. La víctima, que en la actualidad tiene 19 años, declaró tras un parabán el pasado noviembre durante el juicio que tuvo lugar en la Audiencia Provincial para evitar la confrontación visual con el acusado. «Lo conocí porque él ya había salido antes con una amiga mía que tenía 12 años. Nos ocultó que estaba casado y dijo que tenía menos edad de la que en realidad tenía», declaró. La menor admitió que le dijo al procesado que tenía 14, en lugar de 13 años, y contó que tenían relaciones sexuales «de manera muy frecuente».