Un ángel de la guarda peludo y con cuatro patas. No importa su nombre, ni tampoco se sabe si lo tiene. Un perro mediano mestizo permaneció durante toda la noche junto a Francisco, de 75 años, cuya desaparición había sido comunicada por la familia. Había abandonado la casa y la tarde transcurría sin que éste volviera.

Caía la noche sin noticias de él, y el hecho que padeciese alzheimer con el transcurso de las horas hacía que se temiese por su propia vida. Se había dado aviso a las policías locales de poblaciones vecinas y la Policía Local de Burriana, junto con la Guardia Civil, peinaban el término, con la dificultad añadida de la oscuridad de la noche.

Mientras, el can hacía compañía a Francisco, dándole calor hasta que poco antes de las ocho de la mañana, una patrulla de la Policía Local daba con el desaparecido en el paraje del Molí del Arròs o Farinera, próximo al enclave de La Bota

El hombre presentaba signos leves de hipotermia y desorientación y rápidamente se recababa asistencia sanitaria en el lugar, como es habitual en estos casos. Pero, Francisco tenía un nuevo amigo, que pasó desapercibido en los primeros momentos de la localización, que se negaba a abandonar al anciano.

Incluso, el perro insistía en subir a la ambulancia. Dado que el animal no pertenecía al hombre localizado, los agentes pusieron en marcha el habitual protocolo de contactar con las protectoras de animales para intentar la acogida del mismo, pero no fue necesario. La familia del propio Francisco, sabedora del noble acto del animal, se ha interesado por la adopción del perro.

Sano y salvo

El concejal de Policía Local, Javier Gual ha expresado «la alegría y gratitud a los agentes por localizar sano y salvo al hombre que había desaparecido, incluso esta vez contando con una colaboración improvisada y tan especial como la del perro en un final feliz de esta historia».