Un octogenario se ha pasado todo un año entrando y saliendo de los juzgados de Castellón después de que su nuera lo denunciara por unos presuntos abusos sexuales cometidos contra su nieta, de 9 años, durante las navidades pasadas. Ante la falta de pruebas, las dudas y la poca consistencia del relato de la menor y de la madre, así como la ausencia de lesiones o signos de abusos, el juez de Instrucción 4 de Castellón ha decidido finalmente sobreseerlo. No obstante, el hombre ha tenido que pasarse este año yendo a firmar cada 15 días al juzgado, y sin poder regresar a su país de origen, Rumanía, donde dejó, además, a su mujer, también mayor y enferma.

Los hechos se remontan a diciembre del 2015, cuando el hombre decidió venir a Castellón para pasar las fiestas con su hijo, su nuera y su nieta. Así, se instaló en el domicilio de estos en la capital de la Plana, narraron a Mediterráneo fuentes judiciales.

25 DE DICIEMBRE // El día de Navidad, después de comer, el anciano, que tomaba una medicación muy fuerte por una dolencia cardiaca, se fue a dormir la siesta porque estaba cansado. Tras acostarse y conciliar el sueño en la cama que su familia le había dispuesto para su estancia en la casa, se despertó en varias ocasiones porque su nieta le abrazaba una y otra vez al tiempo que le repetía «Papá Noel, Papá Noel». Una acción a la que el hombre no dio más importancia e incluso se la tomó a risa.

No obstante, cuando se despertó de la siesta, se encontró con sus familiares serios y enfadados. Ya que, tal y como narraron las mismas fuentes, la niña había contado a su madre que «el abuelo le había tocado por encima y por debajo de las braguitas». Unas afirmaciones que el hombre negó en todo momento, pese a reconocer que en ciertos momentos, durante la siesta, la niña lo despertó abrazándolo y besándolo, al tiempo que le decía una y otra vez que era «Papá Noel».

DETENCIÓN // La nuera del octogenario se mostró muy preocupada, por lo que sin dudarlo interpuso una denuncia en la comisaría de la Policía Nacional de Castellón por unos supuestos abusos sexuales. Tanto fue así, que los agentes detuvieron al anciano, que tuvo que prestar declaración y, después, acudir a los juzgados para relatar su versión ante el juez.

Tras prestar declaración, el hombre quedó en libertad con cargos como investigado por supuestos abusos sexuales. Además, le impusieron, como medida cautelar, acudir a firmar cada 15 días y no salir del país, por lo que hasta que no se resolviera el caso no podía regresar a Rumanía. Tras meses de investigación, y después de que los forenses examinaran a la pequeña, el juez procedió al archivo de la causa por falta de pruebas. Fuentes conocedoras de los hechos apuntaron a una cierta «animadversion de la nuera». El anciano finalmente, ha regresado ya a su país.