Una vecina de Betxí, de 28 años y origen magrebí, ha denunciado a su marido, de 39, por presuntos malos tratos y ha solicitado protección policial tras huir de él. La mujer escapó entre naranjos, después de que el matrimonio acudiera el miércoles a un tratamiento de fertilidad en el Hospital la Plana de Vila-real, al que la afectada dice que su presunto maltratador la obliga a someterse para darle hijos. Agentes de la Guardia Civil han procedido a la detención del varón, que está acusado de un delito de malos tratos en ámbito doméstico.

La denunciante afirma que su esposo, con el que lleva unos dos años, la menosprecia continuamente, la insulta y amenaza con matarla. Asimismo, asegura que no le permite salir a la calle sola, ni tampoco que trabaje, e incide en que su marido no la deja dormir en la cama con él y la relega al suelo de la habitación.

AGRESIONES FÍSICAS / La mujer dice haber sufrido también agresiones físicas. Según ha podido saber este diario, la víctima cuenta que en una ocasión, por mirar a otro hombre de la familia, él le propinó un puñetazo, la cogió del pelo y la tiró al suelo.

Otra vez, relata, que él le puso un cuchillo al cuello y la amenazó con que se lo cortaría.

La vecina de Betxí decidió huir este miércoles del centro hospitalario de Vila-real al sentirse, nuevamente, amenazada por el agresor. Al parecer, él le dijo que estaba perdiendo tiempo de su trabajo por acompañarla y que cuando llegaran a casa le iba a poner «un ojo morado». Ella, nerviosa y asustada, se puso a llorar y salió de las instalaciones. El hombre la siguió, la cogió violentamente y la obligó a subirse a su coche, diciéndole que cuando llegaran al domicilio familiar le iba «a cortar el cuello de oreja a oreja». La mujer consiguió zafarse de él, salió corriendo y se ocultó tras un árbol, mientras su marido la buscaba, muy alterado. Huyó a través de huertos de naranjos y acudió a la Guardia Civil a pedir auxilio y a denunciar al varón.

La afectada sostiene que su pareja no le permite tampoco que estudie castellano y que la fuerza a tener relaciones íntimas, aunque ella no quiera hacerlo. Asegura que su marido y su suegro la amenazan continuamente con enviarla de vuelta a Marruecos si se rebela contra ellos.

La denunciante teme que su marido pueda cumplir con sus amenazas y ha solicitado una orden de protección y su traslado a un centro para mujeres.

En la provincia hay, según los últimos datos, 917 mujeres que reciben protección activa. Además, en Castellón existen 15 pulseras telemáticas colocadas, 117 órdenes de vigilancia y 371 teléfonos de atención 24 horas para personas maltratadas.