La Guardia Civil ha detenido a una pareja de argentinos afincada en Azuara, (Zaragoza) por, supuestamente, fabricar pizzas clandestinamente y venderlas haciéndose pasar por una empresa solvente. Entre las muchas provincias que recibían este producto está Castellón. Los más afectados por las falsas pizzas eran los establecimientos dedicados a hostelería, cáterings, hoteles, pizzerías o cámpings.

La investigación la llevaron a cabo agentes del instituto armado, después de que una empresa denunciara el uso de su nombre para la venta de un producto que ellos no realizaban. Después de realizar diferentes gestiones, la Benemérita dio con dos personas, identificadas como G.P.S. y C.E.C., que tenían habilitada una nave para la manufacturación de las pizzas.

Los agentes encontraron gran cantidad de ingredientes de las pizzas como jamón, chorizo o atún que, al parecer, no guardaban las medidas necesarias de seguridad y conservación de alimentos marcadas por la normativa sanitaria vigente.

Los detenidos daban salida a sus productos mediante internet y el teléfono móvil. Para algunos envíos utilizaron el servicio de una empresa de transporte de paquetería que no reunía las condiciones frigoríficas necesarias. En el conteo hecho, se calcula que se hicieron entregas a más de 50 establecimientos con un peso superior a unos 12.000 kilos.