La joyería Santolaria de Onda, en el número 11 de la calle San Miguel, ha sufrido el séptimo saqueo en sus instalaciones, tan solo un año y medio después del último asalto, en el que fueron agredidos y maniatados sus propietarios. Esta vez, por medio de un butrón y aprovechando que el negocio estaba cerrado por vacaciones, los ladrones se han introducido en el local y lo han desvalijado.

No solo se han llevado todas las joyas de los expositores, sino que también se han hecho con las alhajas y relojes que estaban pendientes de reparación, según ha indicado a este periódico el dueño, Gerardo Santolaria, de 71 años, quien no se ha atrevido a poner precio al botín robado.

Fueron una trabajadora de la cercana zapatería Liberty y el padre del dueño de dicha tienda quienes sospecharon el martes por la mañana, cuando fueron a abrir su establecimiento, que algo podía haber ocurrido.

LOCAL ANEXO ABIERTO / Vieron que la puerta del edificio abandonado contiguo a la joyería estaba abierta, de modo que el hombre se acercó al retén de la Policía Local de Onda. Dos agentes inspeccionaron con linternas el interior y descubrieron que los ladrones habían intentado hacer el agujero en un sitio y, al no conseguirlo, practicaron el butrón más adentro. El albañil que tapó el paramento comentó a Mediterráneo que la realización del agujero tuvo que costar a los autores del robo «muchas horas e, incluso, puede que varias noches», pues la pared es muy ancha y está hecha con grandes piedras.

La Guardia Civil, que se ha hecho cargo de la investigación de los hechos, sospecha que el ladrón o los ladrones salieron, una vez finalizado el golpe, por la parte de atrás de la casa abandonada, que recae en la calle Santa Teresa, según ha comentado Santolaria.

No es la primera vez que un inmueble abandonado sirve a los ladrones para abrirse camino mediante un butrón. El pasado febrero tres atracadores utilizaron un antiguo bar abandonado de Nules para acceder a la sucursal del Banco Santander. Los asaltantes realizaron durante 15 días un agujero y, cuando lograron entrar en la entidad financiera, maniataron al director. Al verse acorralados por los agentes de la Guardia Civil y la Policía Local, lo soltaron y fueron detenidos. H