Cuatro asesinadas en apenas cuatro días. Este es el trágico balance que deja la violencia machista en España desde el pasado viernes. Y eso que en lo que va de año el número de víctimas mortales se ha reducido considerablemente. Pero un hombre de 59 años y origen rumano mató ayer de un fuerte golpe en la cabeza a su pareja, de la misma nacionalidad, en un poblado chabolista de Collado Villalba (Madrid), lo que eleva la cifra de asesinadas a 21, 11 menos que en el 2017.

El cómputo incluye a la mujer estrangulada en el barrio madrileño de Tetuán en la madrugada del viernes, a la octogenaria de la Felguera (Asturias), que también fue degollada por su marido horas después, y a Cristina, apuñalada por su pareja, ambos procedentes de Rumanía, que falleció el sábado en Lepe (Huelva).

«HORRORIZADA» // La concatenación de casos provocó que la vicepresidenta y ministra de Igualdad, Carmen Calvo, se mostrase ayer «horrorizada» y se comprometiese a «garantizar la seguridad de las mujeres» ante un problema «insoportable como sociedad, para la democracia y las responsabilidades del Gobierno». No concretó más, a la espera de su comparecencia hoy en el Congreso, donde se prevé que informe de las medidas a implementar en materia de Igualdad y singularmente ante los ataques sexistas, en el marco del Pacto de Estado contra la violencia machista, que incluye más de 200 actuaciones, y que fue rubricado por la Cámara baja en septiembre.

Ante el repunte de asesinatos, los colectivos de mujeres urgen al Gobierno a que ponga en marcha las medidas destinadas a prevenir y proteger a las víctimas, teniendo en cuenta que dos de las fallecidas --no en el caso de la asesinada en Collado Villalba-- habían denunciado a su agresor y el sistema no pudo protegerlas. «Es devastador, supone un fracaso del sistema», denuncia Ángeles Jaime de Pablo, presidenta de la Asociación Themis.