Dos de los disparos que recibió Mariano Santiago, el vendedor ambulante asesinado en pleno mercado semanal de Vinaròs en el 2008, fueron «directos al corazón» y «mortales de necesidad». Así lo explicaron ayer los médicos forenses que realizaron la autopsia al fallecido durante la tercera sesión del juicio con jurado popular que se sigue en la Audiencia Provincial contra cinco acusados de ordenar su muerte.

«La víctima presentaba ocho lesiones, siendo cinco de ellas heridas de bala. Los disparos le ocasionaron una gran pérdida de sangre y murió por shock hipovolémico», revelaron los doctores, incidiendo en que el fallecido, que estaba desarmado, no tuvo posibilidad de defensa.

En el asesinato se empleó un arma corta, del calibre 45, según los cartuchos recogidos en la escena del crimen. «Le dispararon a una distancia de un metro o metro y medio», concluyeron miembros de la unidad Científica de la Guardia Civil de Castellón.

Expertos en balística declararon por videoconferencia y explicaron que durante la investigación analizaron las armas de fuego intervenidas en los registros domiciliarios de los presuntos autores intelectuales del asesinato, sentados ahora en el banquillo. «Cotejamos las pistolas con nuestra base de datos para saber si se habían empleado en otras muertes violentas, pero la comparación dio negativo», dijeron.

Otros facultativos forenses comentaron con los abogados y el representante de la Fiscalía el reconocimiento que hicieron a uno de los acusados, con una discapacidad del 54%. «Presentaba dependencia a la cocaína y al alcohol, había tenido un infarto cerebral en 2017 sin secuelas y tenía trastorno adaptativo, entre otras cosas», informó un médico. La defensa insistió en el estado mental del procesado, pero el integrante del Instituto de Medicina Legal concluyó que el acusado se encontraba «dentro de los parámetros de normalidad», pudiendo distinguir «el bien del mal» y sin que las patologías que sufre «pudieran afectar a sus capacidades volitivas y cognitivas».

Hoy martes se celebra, a priori, la última sesión del juicio. Tras quedar concluido, se realizará la entrega del veredicto a todo el jurado y sus miembros comenzarán con sus deliberaciones.

Cabe recordar que los cinco procesados (miembros de un mismo clan) están acusados de contratar a un sicario para asesinar a Mariano Santiago y vengarse de una muerte anterior.