Adrián M., el vecino de Vinaròs de 22 años acusado de asesinar a su novia, descuartizarla y enterrarla en una finca de Ulldecona, dijo a sus conocidos tras la desaparición de la chica que Nelea S., de 26 años, se había marchado a Alemania, país donde residía antes de que se conocieran e iniciaran su relación. El joven intentó así desviar la atención y mintió a los amigos y familiares, que se extrañaban de que el teléfono móvil de Nelea estuviera apagado desde la noche del 17 de febrero, después del duro enfrentamiento que la pareja había mantenido en un local de ocio.

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«Desde el principio, pensamos que había algo raro. No tuvimos la sensación de que él dijera la verdad. Nadie se marcha así, de repente, sin despedirse», explican a este diario desde el entorno de la víctima y el agresor.

Al día siguiente del altercado en un pub del paseo Jaume I de Vinaròs, una amiga, preocupada por el estado de Nelea, intentó ponerse en contacto por teléfono con ella, pero nunca logró volver a hablar con la última fallecida por violencia de género. Los investigadores creen que, para entonces, ya había sido asesinada.

EL NOVIO CONFESÓ

Sus restos mortales fueron encontrados el domingo en una finca de Ulldecona, próxima a la AP-7. Fue el propio Adrián M. quien indicó el lugar donde estaban enterrados tras verse acorralado por los agentes, que ya tenían indicios sólidos de su autoría. Al final, confesó que había matado a su pareja.

El titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 4 de Vinaròs envió este lunes al asesino confeso a prisión provisional sin fianza y dejó en libertad a otras dos personas (amigos de Adrián M.), con la obligación de acudir al juzgado una vez al mes.

LOS PADRES, EN CALABOZOS

La Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil, que dirige las investigaciones del caso, detuvo asimismo a los padres de Adrián, como avanzó ayer este diario. Al cierre de esta edición, los progenitores del presunto autor del crimen, investigados por supuesto encubrimiento, seguían en dependencias policiales. Se espera que sea hoy cuando comparezcan ante el juzgado de Vinaròs para declarar y aclaren cuál es su implicación en el caso.

Un gran dispositivo policial con agentes de la Ucesic y de la Policía Científica se trasladó este lunes, junto a Adrián, hasta la casa en la que vivía con Nelea. Los efectivos realizaron un registro a fondo (se prolongó durante seis horas) en el inmueble que víctima y presunto asesino compartían en la calle Molí de Vinaròs. Los especialistas analizaron la casa al milímetro en busca de huellas, ADN o fibras y recogieron evidencias en la vivienda que ahora deben ser analizadas. Desde la Guardia Civil insisten en que la investigación del caso permanece abierta.

«Ella me confesó, llorando, que su novio era muy celoso»

Una de las personas que estuvieron con Nelea S. la última noche que fue vista con vida --en una discoteca del paseo Jaume I de Vinaròs-- pudo hablar con ella sobre su relación de pareja durante aquella madrugada del 17 de febrero. La chica asesinada, que a lo largo de la velada mantuvo una fuerte discusión con su pareja, confesó a este testigo --con lágrimas en los ojos-- que Adrián M. era una persona «muy celosa». Así lo ha explicado este amigo en conversaciones con Mediterráneo.

Como publicó ayer este diario, el presunto asesino se molestó aquella noche de fiesta por la ropa que su pareja llevaba puesta --un vestido negro que realzaba su esbelta figura--. Tras una pelea en el pub, con reproches y gritos de por medio, Nelea se ausentó de la discoteca y regresó a los pocos minutos con un chándal puesto. «¿Así te gusto más?», dijo la fallecida a su novio. La tensión entre ambos se mantuvo durante toda la noche y, sobre las 6.00 horas, la pareja abandonó el local junto a un grupo de amigos. Nunca más volvieron a ver a Nelea.