Bernardo Montoya, el hombre de 50 años detenido ayer por su implicación en la muerte de la joven zamorana de 26 años Laura Luelmo, ha confesado el crimen.

Fuentes de la investigación han informado a Efe que el detenido ha reconocido a primera hora de esta mañana en dependencias de la Guardia Civil de Huelva que mató a la joven.

Por el momento no ha trascendido qué parte de los hechos ha reconocido, aparte del asesinato de la joven, cuyo cuerpo fue hallado semidesnudo, maniatado y con golpes y heridas en la cabeza y en el cuello, en un camino rural cubierto de jaras en La Mimbrera, a unos cuatro kilómetros del pueblo donde la joven zamorana acababa de instalarse para su nuevo trabajoos. La Guardia Civil encontró parte de su ropa a 200 metros de donde poco después localizaron su cadáver.

Bernardo Montoya Navarro, de 50 años, salió de prisión el pasado octubre, donde cumplió condena tras ser condenado por el asesinato de una anciana de 81 años en Cortegana (Huelva) en 1995. Montoya pasó 17 años y nueve meses en prisión y salió en marzo del 2015, pero apenas tres meses después fue detenido tras cometer dos robos con violencia, por los que volvió a la cárcel hasta el pasado mes de octubre. Tras alcanzar la libertad, se instaló en una casa de la calle Córdoba en El Campillo, propiedad de su padre y ubicada frente a la de Laura.

La autopsia ha revelado que Laura murió como consecuencia de un fuerte golpe en la cabeza, concretamente en la frente, entre el 14 y el 15 de diciembre, es decir, su asesino la retuvo con vida dos o tres días. Los investigadores analizan su cuerpo, que también presenta marcas que apuntan a que la chica se defendió, en busca de más evidencias que confirmen la identidad del autor del crimen, como restos de ADN. También analizan los objetos recogidos cerca de su cadáver, entre los que encontraron sus pantalones, y un cordón con el que su agresor le ató las manos.