La Audiencia Provincial de Castellón ha dictado ya apertura de juicio oral contra Antonio Tellado, el delincuente multirreincidente que acabó con la vida de su suegro, Casimiro Díaz (Boni), en el Grau en marzo del 2018 como venganza a su expareja, que lo había denunciado por maltrato.

Tellado se enfrentará próximamente --el juicio todavía no tiene fecha-- a 46 años de cárcel por ocho delitos distintos. Tanto la Fiscalía como la acusación particular lo consideran autor de: homicidio, tentativa de homicidio, agresión sexual, lesiones psíquicas, allanamiento de morada, amenazas (dos delitos) y quebrantamiento de condena. Asimismo, el Ministerio Público pide que indemnice a las víctimas del caso con un total de 164.280 euros.

Cabe recordar que la expareja de Tellado se decidió a denunciarlo en marzo del 2018, tras haber recibido amenazas y haber sido raptada y agredida sexualmente por él. Según relata el fiscal, cuando el hombre se enteró de que ella estaba en comisaría, volvió a decirle que iba a matar a su hijo menor y se trasladó hasta una casa familiar en el camí Morera del Grau, esperando encontrar allí a la mujer. Sin embargo, fueron la hija de 22 años y el padrastro de la víctima quienes abrieron la puerta a Tellado.

«¿Qué queréis, que os ejecute aquí fuera o dentro? Os voy a matar con un cuchillo de cuatro euros», les espetó, presuntamente, el asesino a ambos. Según el Ministerio Público, el acusado intentó clavarle «el cuchillo en el corazón» a la hija de su pareja, poniendo ella las manos delante para impedirlo y sufriendo lesiones. «A continuación, con el propósito de atentar contra su libertad sexual, le exigió a la joven que se quitara la ropa, le cortó el sujetador y el pantalón y la dejó completamente desnuda», mantiene el fiscal Francisco Sanahuja.

ATAQUE MORTAL

En un momento determinado, el fallecido --quien mantenía una relación con la joven como de abuelo y nieta-- salió en su defensa. La chica logró huir y Tellado inició un forcejeo con Casimiro en el transcurso del cual le propinó, supuestamente, múltiples cuchilladas hasta perforarle el pulmón y el corazón, como consta en el escrito de acusación provisional. La mujer del fallecido intentó detener las puñaladas y golpeó a Tellado con una silla, pero no pudo evitar la desgraciada muerte de Boni.

Agentes de la Policía Local y Nacional lograron arrestar al homicida en las inmediaciones de la casa, cuando intentaba escapar entre las acequias. Desde entonces, Tellado se encuentra en prisión provisional sin fianza. En el juicio, con fecha aún por determinar, declararán un total de 16 testigos entre policías nacionales y víctimas, así como peritos informáticos y médicos.

Amplio historial delictivo...

Antonio Tellado fue ya condenado a 14 años por homicidio en el año 1996 en Castelló. Durante una pelea, le clavó un punzón a un joven y lo mató. Más tarde, fue sentenciado a otros siete años por homicidio frustrado en la cárcel. Estos casos forman parte de un historial delincuencial con más de una treintena de antecedentes.

Condenado a otros 22 años hace 4 meses

Contundente condena la que recibió el pasado mes de junio Antonio Tellado por raptar, violar, apalear y grabar en vídeo desnuda a su expareja, quien le había denunciado por maltrato y de la que tenía una orden de alejamiento. Los hechos sucedieron en 2018 y, por ellos, la Audiencia Provincial le impuso hace cuatro meses 22 años y ocho meses de cárcel por un delito continuado de quebrantamiento, amenazas graves, un delito continuado de agresión sexual, cuatro de violencia de género y uno contra la integridad moral, como ya publicara entonces Mediterráneo.

Tellado, de 47 años, no quiso en el juicio ni contestar a su abogado, Carlos Santamaría, y guardó silencio. Su actitud fue fría durante toda la vista. El hombre retuvo a su exnovia bajo llave en una casa, la apaleó hasta que le sangraron los oídos, la agredió sexualmente y lo grabó en vídeo. Estuvo secuestrada durante una semana, hasta que con la ayuda de su hija --a quien pidió auxilio con un móvil olvidado-- logró volver a su domicilio. El tribunal le impuso una indemnización de 11.300 euros para la víctima de sus «torturas», manifesto el fiscal.