La Audiencia Provincial de Castellón juzga este primer trimestre del año seis presuntos casos de abusos sexuales a menores --dos al mes--, la peor de las lacras del s.XXI.

La próxima vista oral se celebra el día 27, cuando la Sección Primera del órgano sentará en el banquillo a un hombre, acusado de contactar con una menor a través de una red social y mantener relaciones sexuales completas con ella en un vehículo, estacionado en la carretera que lleva a la playa de Burriana.

La Fiscalía pide para él 24 años de prisión y solicita su condena por agredir a la niña en contra de su voluntad --en otro episodio--, lanzándola sobre la cama y penetrándola violentamente al grito de «en mi casa mando yo».

Este es solo uno de los múltiples casos que abordan los tribunales de la capital por delitos de índole sexual contra niños y niñas. En lo que va de año el máximo órgano provincial ha dictado dos sentencias al respecto: una absolutoria y otra condenatoria.

ABSOLUCIÓN / La primera de ellas hace referencia al primer caso juzgado este 2018, el de un profesor de solfeo de Viver, acusado de realizar tocamientos --por encima de la ropa-- a tres alumnas. El tribunal no vio suficientemente probado el delito de abusos sexuales y le impuso una indemnización de 3.000 euros por vejaciones injustas --una infracción que, desde el 2015 no está sancionada penalmente.

Las pequeñas hablaron al tribunal de los roces y tocamientos del profesor en sus pechos, nalgas y partes íntimas. Unos hechos que sí considera probados el tribunal y «reprochables penalmente», aunque no condenables.

Sí ha habido pena de prisión, sin embargo, para un hombre que abusó sexualmente de la hija de su pareja sentimental cuando la niña tenía 13 años. El tribunal le ha impuesto, en concreto, 11 años. Para satisfacer sus deseos sexuales y valiéndose de la diferencia de edad y del rol paterno que desempeñaba sobre la hija de su novia, abusó repetidamente de la adolescente.

PENDIENTES / Pendiente de sentencia están el caso de un anciano de 82 años, procesado por insinuaciones y tocamientos --de carácter leve y por encima de la ropa-- a una menor a la que invitó a un refresco en un bar; y también el de un jubilado del Grao, acusado de atar a la cama y violar a la hija de su pareja cuando la niña tenía entre 10 y 15 años.

El próximo mes de marzo la Audiencia abordará otro caso, sucedido en Benicàssim, donde un adulto ofreció, presuntamente, dinero a una menor de edad a cambio de mantener relaciones. Su oferta llegó hasta los 3.000 euros, supuestamente.