La Asociación Provincial de Autoescuelas de Castellón pide a sus miembros control al inscribir a alumnos en sus academias y máxima cautela con los candidatos sospechosos para evitar más casos de fraude en el examen de conducir, después de que se haya destapado una trama para copiar en las pruebas de tráfico de la capital de la Plana con pequeños micrófonos y cámaras, previo pago de 1.500 euros, como adelantó Mediterráneo en su edición de ayer.

El representante de las autoescuelas, Antonio Pertegaz, recuerda a sus asociados que llevar a examen a alumnos que realmente no han acudido a clase ni se han preparado las pruebas «va contra el reglamento». «Para evitar irregularidades como la que se ha detectado recientemente en Castelló hay que rechazar a aquellas personas que pretenden examinarse rápidamente, sin asistir al aula ni un día, y que resultan sospechosas desde el primer momento», afirma Pertegaz, quien alerta de que en ocasiones anteriores ya se han desenmascarado fraudes similares en la provincia, tales como la presentación de un candidato en nombre de otro cuando ambos tienen parecido físico (usurpación de identidad).

Desde la Jefatura Provincial de Tráfico no aclararon ayer si van a tomar alguna medida extraordinaria tras los últimos acontecimientos para reforzar los controles durante los exámenes.

Cabe recordar que el Grupo de Información de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil irrumpió en una prueba teórica y apartó a dos sospechosos de copiar para obtener el permiso. Los agentes lograron la confesión de los aspirantes, que llevaban implantado en el oído un sistema para recibir los soplos. Fue necesaria la intervención de un médico para poder retirar el micrófono y la cámara a los infractores. Ellos mismos admitieron haber pagado 1.500 euros por el chivatazo y, según sospechan los investigadores, estaríamos ante una trama dedicada a facilitar aprobados.