Se dedican a asaltar todos los coches que encuentran a su paso. Fracturan ventanillas, apalancan puertas, rompen lunas... Algunos tienen más maña y otros emplean, simplemente, la fuerza bruta. La oleada de robos en vehículos registrada en los últimos dos meses en la provincia ha levantado ampollas entre los vecinos de Vila-real, Almassora, Onda, Burriana y, en menor medida, en la capital de la Plana.

La mayoría de los asaltos han sido obra de drogadictos, que buscaban cualquier objeto de valor para revenderlo y pagar sus dosis. Así lo confirma el jefe del grupo de Hurtos de la Policía Nacional, Jordi Abenoza, quien ha explicado a Mediterráneo que el ladrón más violento del grupo, con numerosos antecedentes, ya ha ingresado en prisión. Otro de los asaltantes más activos cuenta con vigilancia policial y los agentes controlan sus movimientos.

“Tenemos a los autores identificados y los hemos detenido en varias ocasiones, pero, como no cometen delitos muy graves, tras los arrestos quedan en libertad y siguen haciendo de las suyas”, revela el subinspector de policía.

El radiocedé del vehículo, gafas de sol, herramientas, ropa... se llevan cualquier cosa que puedan revender en el mercado negro, aunque el beneficio que obtienen es muy bajo. Cuando tienen suerte, encuentran algún teléfono móvil olvidado en el coche, un ordenador o, como ocurrió esta semana, dos tablas de surf y un neopreno o 50 tarjetas telefónicas de prepago que sustrajeron a un repartidor. Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones, son más los daños causados para acceder al interior del turismo que el perjuicio económico por los distintos enseres sustraídos.

“Fuerzan ocho o nueve coches en una misma calle si no encuentran nada de valor o pueden asaltar uno solo si ven que ya les alcanza para la droga”, relata Abenoza, quien es consciente de la frustración y la rabia de los vecinos afectados. Y es que no hace falta dejar ningún objeto a vistas, los autores de estos robos fracturan cristales al azar, sin poder hacer nada los propietarios de los vehículos por evitarlo.

Aún así, toda precaución es poca. Entre las medidas de seguridad que pueden adoptarse están guardar el coche siempre en el garaje si se dispone de plaza, no olvidar el bolso en el interior, asegurarse de que se ha cerrado correctamente y esperar a que la puerta del aparcamiento se cierre por completo para evitar la entrada de intrusos. Y es que muchos de los casos registrados se han producido justamente en garajes particulares, a los que los ladrones han accedido a la salida de algún vehículo. H