No es el primer caso de circulación en dirección contraria en una autopista bajo los efectos del alcohol, pero este tiene detalles únicos que lo harán inolvidable para los agentes de los Mossos d’Esquadra que pusieron fin a esta carrera suicida. El vehículo circulaba solo con tres ruedas. El disco de los frenos entraba en contacto con el asfalto. Saltaban chispas. Una conductora de 26 años y vecina de Llagostera (Girona) circuló así a lo largo de 26 kilómetros. Desde la calzada contraria le hacía señales para que se detuviera una patrulla de la policía autonómica. Ella, ni caso. La solución final pasó por cortar la autopista. Solo así pudieron los mossos evitar un fatal choque frontal. Quedaba, eso sí, una sorpresa final. En los asientos traseros había una segunda chica tumbada. Todo eso a primera hora de la mañana.

El aviso lo recibieron los Mossos de los conductores que se cruzaban con el vehículo que conducía la joven. Eran las 7.15 horas. Las chispas eran bien visibles para los conductores que la esquivaban. La rueda que había perdido era la delantera derecha. La joven está acusada de conducción temeraria y de circular bajo los efectos del alcohol.