Javier Sabater --natural de Morella y bombero profesional de Castellón desde el año 2003-- se encuentra en la Unidad de Cuidados Intensivos de La Fe con quemaduras en el 20% de su cuerpo --siendo, parte de ellas, en la cara--, tras su valiente intervención en el incendio de Culla como bombero voluntario de Els Ports, una unidad a la que pertenece desde su fundación en 1992.

Su mujer, Toya Guimerà, lo visitaba ayer por primera vez en el hospital valenciano. También ella es bombero voluntaria en Morella, por lo que conoce bien los riesgos de la profesión. El matrimonio incluso tiene un hijo que estudia en Segorbe un módulo de prevención con la idea de dedicarse a lo mismo.

«En Morella estamos lejos de los parques de bomberos y cuando hay una urgencia dejamos nuestros trabajos, de los que vivimos, por nuestra vocación», explicó ayer a este diario la esposa del bombero herido, que se encuentra estable dentro de la gravedad y cuya recuperación se prevé «bastante larga», según sus más allegados y los doctores.