El tribunal de la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Castellón emitió ayer una orden de búsqueda y captura contra tres hombres, de origen magrebí, que están acusados de secuestrar y apalear a un joven en Vinaròs en mayo del 2015, hace un año.

El juicio, que debía haberse celebrado ayer en la Ciudad de la Justicia de la capital de la Plana, tuvo que suspenderse por la incomparecencia de los procesados, quienes, aunque ingresaron en prisión provisional tras ser detenidos, habían salido ya de la cárcel, según explicó su abogado.

Los tres hombres se enfrentan a una pena de prisión de siete años cada uno por los supuestos delitos de detención ilegal, lesiones y conducción temeraria. Esa es la petición que realiza la Fiscalía para ellos. Y es que, según relata el representante del Ministerio Público en su escrito de acusación, los procesados abordaron a la víctima, quien sí acudió ayer al juicio en la Audiencia Provincial, en las inmediaciones de la plaza de toros de Vinaròs, introdujeron al afectado en contra de su voluntad en el vehículo en el que los presuntos secuestradores viajaban y lo golpearon en repetidas ocasiones, hasta que la víctima acabó lanzándose del coche en marcha para intentar escapar de sus captores, arriesgando su vida.

Eran las 19.30 horas, cuando A.S., L.T. y quien dice llamarse R.F. (pues se encuentra indocumentado) abordaron al denunciante en plena calle. Con ánimo de menoscabar su integridad física, lo metieron en un coche por la fuerza bruta y le propinaron diversos golpes, causándole policontusiones, erosiones múltiples y fractura de los huesos propios de la nariz. Dichas heridas requirieron, además de una primera asistencia, tratamiento médico quirúrgico y precisaron para su sanación de 15 días impeditivos y 13 no impeditivos, por los que el perjudicado reclama una indemnización económica.

Los tres acusados, según sostiene el fiscal, pretendían retener a la víctima. Sin embargo, el afectado se tiró del coche cuando pasaban por una rotonda para intentar huir. L.T. inició entonces una conducción temeraria por la N-340, despreciando la vida del resto de conductores. Realizó maniobras antirreglamentarias, obligando al resto de vehículos a apartarse de su trayectoria para evitar una posible colisión. H