Una cabra ha pasado una semana atrapada en una sima de Llucena, de seis metros de profundidad, privada de agua y alimento y soportando bajas temperaturas en la zona de Les Coronetes de la localidad. Ayer, al fin, pudo ser rescatada por efectivos del Consorcio Provincial de Bomberos, tras dar la voz de alarma el propietario del animal, un pastor que llevaba días buscándola de forma incansable. La cabra ha demostrado, sin duda, ser una superviviente nata, desafiando a la caída, el frío y el hambre.

El ejemplar se encuentra en buen estado y ya descansa junto a su dueño. La cabra se precipitó en la cavidad --una antigua cata realizada para la explotación mineral de la zona--, según explicaron los bomberos. Su propietario se percató de que le faltaba un ejemplar del rebaño al regresar a su casa y cada día repitió el mismo camino, tratando de encontrarla, sin éxito. Varió el recorrido en repetidas ocasiones hasta que anteayer el animal comenzó a balar al oír su voz. El pastor la descubrió en el interior y se personó en el Ayuntamiento de Llucena, pidiendo ayuda a los bomberos para rescatarrla.

Ayer por la mañana los efectivos se personaron en la zona. Dos de ellos bajaron a la sima artificial e inmovilizaron al animal con una faja. Mediante cuerdas lograron subirla hasta la superficie, comprobando que se encontraba en buen estado. El dispositivo de bomberos y el dueño del ejemplar le dieron agua y comida para que se recuperara.