La principal incógnita sobre el cadáver encontrado en una finca agrícola de Nules --su identidad-- sigue sin despejarse. Según ha podido saber Mediterráneo de fuentes solventes, los investigadores todavía no saben quién es el fallecido, presuntamente víctima de una muerte violenta, y solo han podido confirmar que se trata de un varón de entre 30 y 40 años.

A medida que avanzan las horas, sí que se obtienen respuestas para otras preguntas. Los primeros indicios apuntaban a que podía haber muerto tiroteado, ya que, como explicaron fuentes consultadas por este periódico, presentaba al menos tres perforaciones en distintas partes del cuerpo. Sin embargo, la muerte por arma de fuego se ha descartado. Según fuentes fidedignas, las heridas que se podían apreciar a simple vista en el cadáver son «fruto del avance del estado larvario», pues la persona muerta se encontraba en avanzado estado de descomposición debido a que llevaba varios días muerto en el campo y a altas temperaturas.

Además, este diario ha podido saber que la anatomía de este tipo de agujeros no tiene nada que ver con la que deja un impacto de proyectil, pero para alguien que no sea un experto en procesos de putrefacción con fauna calavérica, los orificios pueden confundirse con cierta facilidad.

HALLAZGO / El hombre hallado llevaba muerto varias jornadas. El propietario del huerto de naranjos en el que apareció estuvo fuera de la localidad algo más de una semana y no fue hasta que volvió de viaje cuando se desplazó a su parcela y dio con el cuerpo. De inmediato, lo comunicó a la Policía Local de la Vilavella, que dio traslado a la Guardia Civil.

El hecho de que, por el estado de descomposición y por encontrarse a la intemperie y sometido a las altas temperaturas, el cuerpo presentara un aspecto ennegrecido llevó a dudar sobre la raza de la víctima, aunque las fuentes consultadas confirman que solo es una consecuencia superficial de la putrefacción.

Al menos que haya trascendido, no existen certezas sobre cómo llegaron los restos hasta una finca citrícola situada a pocos metros del pozo de riego de Sant Vicent, ubicado en el término de Nules. Según explican fuentes consultadas por este rotativo, el hallazgo se produjo hace diez días y desde entonces, la parcela permanece acordonada, sin que ni tan siquiera su propietario tenga autorización para realizar tratamientos agrícolas.