La policía ha desarticulado una red integrada por ciudadanos nigerianos que captaba a mujeres de ese mismo país, las sometía mediante rituales de vudú y las obligaba a prostituirse en las calles de Gandia y de Bilbao para saldar una supuesta deuda de 50.000 euros. Es la segunda operación similar que la Policía desarrolla en las últimas fechas, pues el lunes 20 se dio a conocer otra en la que jóvenes captadas del mismo modo eran obligadas a prostituirse en un hotel de Las Palmas de Gran Canaria.

En esta operación hay cinco detenidos, cuatro de ellos en Madrid y el otro en Bilbao, con lo que el grupo criminal se da por desarticulado. Los detenidos no solo forzaban a las mujeres a ejercer la prostitución en la calle, sino que blanqueaban el dinero.

coacciones y palizas // El relato de una de las víctimas a los agentes que la encontraron en la calle en Gandia y que se acogió a las medidas de protección permitió iniciar las investigaciones. La mujer explicó a los policías cómo había sido captada en su país de origen y traída a España, donde estaba siendo obligada a ejercer la prostitución «bajo un clima de continuas amenazas, coacciones y palizas», según la Policía.

La investigación llevó a la Policía hasta otras dos mujeres que relataron a los agentes situaciones idénticas. De ese modo, los investigadores pudieron llegar hasta la organización.

La organización captaba a mujeres jóvenes sumidas en la extrema pobreza con falsas ofertas de trabajo en la hostelería, peluquerías y con la promesa de una vida mejor. Antes del viaje, eran sometidas a rituales de vudú gracias a los cuales conseguían doblegar la voluntad de las víctimas y se garantizaban su fidelidad. Tras el ritual, la organización realizaba las gestiones necesarias para que las mujeres pudieran viajar a España. Una vez aquí, les hacían solicitar asilo, les retiraban la documentación y empezaba el chantaje para devolver los 50.000 euros prostituyéndose.