Traídas mediante engaños desde Rumania, con la promesa de trabajar como camareras, para posteriormente explotarlas sexualmente en rotondas próximas a la autovía A-3, a la altura de Aldaia. Agentes de la UCRIF (Unidad Contra las Redes de Inmigración Ilegal y la Falsedad Documental) de la Policía Nacional, con la colaboración de la Guardia Civil, desmantelaron esta organización criminal de trata de seres humanos tras liberar a varias de sus víctimas y detuvieron a ocho personas.