Espectacular suceso ayer en Benicàssim, que pudo haber acabado en tragedia. Dos vigas de unas 23 toneladadas y 27 metros de longitud cayeron en la N-340, justo en el acceso al casco urbano de Benicàssim, a causa del reventón de una rueda en la plataforma de un camión. No obstante, y pese a las enormes dimensiones de las piezas, el hecho de que cayeran del lado del guardarraíl facilitó que no hubiera heridos.

El vehículo, que llevaba incorporada un remolque extensible de unos 35 metros, realizaba un servicio especial acompañado de una furgoneta cuando se produjo el incidente. Fuentes de la Policía Local informaron de que el conductor, que iba en sentido Barcelona, perdió el control y, en ese momento, los dos bloques se soltaron y se deslizaron hacia el lateral de la carretera.

El accidente se produjo por la tarde, en torno a las 15.25 horas, y provocó importantes retenciones, que fueron reguladas por la Guardia Civil de Tráfico y los agentes municipales, que dieron paso alternativo durante horas sin interrumpir la circulación.

El conductor que realizaba el servicio había salido de Buñol y se dirigía a una localidad de Girona. Pese a que este tipo de trayectos están prohibidos para los vehículos pesados en la N-340 por la densidad de tráfico que soporta, la Guardia Civil de Tráfico aclaró a Mediterráneo que el camión tenía permiso para viajar por esta vía, al tratarse de un servicio especial. En este caso, informaron desde la Benemérita, los convoyes tienen la ruta trazada de antemano y suelen evitar la CV-10, debido a los importantes desniveles que acumula esta vía.

Durante la tarde y desde que se produjo el accidente, se procedió a la limpieza de la calzada, que se encontraba llena de piedras, pues las vigas se deslizaron durante unos 75 metros desde su caída, dañando y llegando a desplazar incluso el guardarraíl.

RETIRAN HOY LAS VIGAS // El camión fue dirigido después a una gasolinera próxima. Por su parte, una grúa deberá retirar las grandes piezas de hormigón armado a lo largo de la jornada de hoy, según pudo saber este diario.

Tras el peligroso suceso, fue el propio conductor el que avisó al 112 del accidente. Según explicó él mismo, se dirigía a Hostalrich (Girona), cuando sucedió el percance. Pese a no resultar herido, se mostraba muy afectado por el susto, pues era consciente de la suerte que había tenido al no haber personas afectadas.