J.D.P., un jienense que conducía un camión en dirección a Barcelona, murió ayer en Vinaròs. El conductor, de 52 años, perdió la vida cuando el vehículo articulado que dirigía se salía de la vía a las 3.30 de la madrugada del viernes al sábado en el kilómetro 345,6 de la autopista AP-7. Lo hizo por la mediana y la fatalidad quiso que en ese punto hubiera un pilar que resultó fatal.

Tanto es así que los bomberos del parque del Baix Maestrat del Consorcio Provincial que se desplazaron hasta el lugar tuvieron que trabajar durante más de dos horas para lograr excarcelar el cuerpo de la cabina, donde había quedado atrapado. Tal fue el estado en el que quedó el camión.

Tras recibir la llamada a las 3.30 de la madrugada, efectivos de la Guardia Civil se personaban en el lugar, así como un Samu, cuyos integrantes tan solo pudieron certificar la muerte del varón. A continuación actuaron los bomberos para excarcelar el cadáver, algo que resultó complicado.

carriles sin circulación // Y es que el vehículo articulado quedó totalmente destrozado por el impacto contra el pilar, debido a la velocidad a la que circulaba el vehículo. Hasta el punto de que fueron necesarias muchas horas para despejar de los restos del camión frigorífico el carril izquierdo en sentido Valencia, el contrario a la marcha del camión, que quedó abierto a las 21.00 horas.

Asimismo, la retirada del camión fue más difícil de lo habitual, con lo que al cierre de esta edición todavía no se había podido restablecer la circulación habitual por el carril izquierdo de la calzada en sentido Barcelona, confirmaron fuentes de la Guardia Civil de Tráfico a este diario.

investigación // Ahora este cuerpo de seguridad tratará de conocer las causas por las que se produjo el siniestro. Pero el hecho de que el camión se saliese por el carril izquierdo --la mediana de la autopista-- y la elevada velocidad hacen presumir que el conductor pudo dormirse al volante, según barajaban ayer algunos de los presentes en el lugar.

Con este nuevo siniestro en las carreteras provinciales, Castellón confirma un año negro en este sentido. En menos de dos meses, los accidentes de tráfico ya se han cobrado siete víctimas mortales en el territorio castellonense. El de ayer es el primer fallecido en la AP-7, con la N-340 como el punto negro más habitual. H