La prueba del ADN deberá identificar a un camionero que falleció ayer calcinado en el terrible accidente de tráfico de la A-7, a la altura de Nules. Un choque en cadena entre cuatro tráilers acabó en un trágico incendio, que carbonizó dos vehículos y acabó con la vida de uno de sus conductores. Sucedió a las 12.50 horas, en el kilómetro 276 de la autovía y en sentido Barcelona.

En el momento del choque múltiple, uno de los carriles del vial se encontraba cortado debido a unas labores de jardinería que se estaban realizando en la zona. Dichos trabajos habían provocado una importante retención en ese punto de la A-7, según confirmaron a este periódico desde el subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Castellón, por lo que todo apunta a que las colas por las tareas de mantenimiento pudieron motivar el impacto por alcance en cadena. Por el momento, solo se sabe que el camión del fallecido es de matrícula española y que transportaba aceite. La carga ardió con rapidez tras la colisión con un segundo tráiler, que llevaba algodón y cuyo conductor logró salir de la cabina y ponerse a salvo in extremis, antes de que el vehículo se convirtiera en otra gran bola de fuego en la autovía.

Otros dos camiones se vieron implicados en el accidente, aunque no resultaron afectados por el incendio desencadenado. Sus conductores resultaron heridos.

El primero de ellos, B.G.G., de 54 años y natural de Sevilla, sufrió policontusiones y fue atendido por los servicios sanitarios. El segundo, M.K., de nacionalidad búlgara y 44 años, sufrió heridas superficiales y tampoco requirió traslado a un centro médico.

Las tareas de extinción fueron realmente duras y en ellas resultó también herido un bombero del Consorcio Provincial, de 49 años. El efectivo fue uno de los primeros en llegar para socorrer a la víctima mortal y, al aproximarse al vehículo en llamas, un neumático del tráiler explotó, provocándole un traumatismo acústico y un intenso pitido.

UN BOMBERO HERIDO

Aunque el bombero quería continuar en las labores de sofocación, los sanitarios desplazados decidieron trasladarlo al Hospital de la Plana de Vila-real para asegurarse con detalle de que la deflagración no se hubiese perforado el tímpano.

La autovía quedó cortada en sentido Barcelona durante todo el día y la Guardia Civil desvió el tráfico por la N-340. Los trabajos de extinción se prolongaron durante más de 10 horas y el fuego causó un incendio de vegetación en los alrededores.