El principal daño que sufren las especies víctimas de maltrato animal en la provincia es la desnutrición, aunque también se dan casos puntuales de palizas y ahorcamientos, según explican fuentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil. Equinos, perros, gatos y reses bovinas son los grandes afectados en Castellón.

Según los expertos, no existe un perfil concreto atribuible a los delitos contra la fauna. Los infractores suelen ser hombres, de más de 35 años, pero pertenecen a clases sociales muy diversas.

Los miembros del Seprona están desbordados, como ellos mismos han reconocido a Mediterráneo, y es que los delitos que persiguen están en auge. Por ello, consideran que debería aumentarse la plantilla actual, que cuenta con cinco patrullas en las comarcas de Castellón.

Los agentes se cercioran también de que los propietarios de perros peligrosos tengan todos los permisos en regla e investigan la pesca ilegal, la caza o la contaminación de las aguas, entre muchas otras cuestiones.