Condenados por ejercer en Vinaròs como falsos médicos, tras una década de lucha por parte de las víctimas. El vinarocense Frederic Gisbert y el gallego José Manuel López Pérez --alias Coté-- ya están sentenciados por intrusismo y estafa por la Audiencia Provincial de Castellón, según el reciente fallo al que ha tenido acceso Mediterráneo.

El tribunal de la Sección Primera ha impuesto tres años de prisión a Gisbert y dos años y nueve meses a Coté, que tiene todavía pendiente un macrojuicio en Galicia en el que se enfrenta a una pena de 334 años de cárcel por homicidio por imprudencia grave, lesiones con deformidad, 63 delitos de lesiones con instrumento peligroso, blanqueo de capitales, intrusismo profesional y estafa. Además, los dos deberán indemnizar en 131.450 euros a 22 víctimas que fueron tratadas en la clínica Estetic Medical Center del Baix Maestrat.

Aunque la condena es muy inferior a la que la Fiscalía pedía para cada uno de ellos --22 años en primera instancia, rebajados a once años al final del juicio-- tanto el Ministerio Público como la acusación particular están satisfechos con el fallo, según ha podido saber este diario. Para ambos lo más importante era que Gisbert y Coté fueran condenados.

La Audiencia ha sentenciado también a un año y cuatro meses de cárcel a la mujer de Gisbert, Mª Josefa Álvarez, por cómplice de un delito de intrusismo y otro de estafa. Los tres deberán asumir 2/7 partes de las costas del proceso, incluidas las de las acusaciones particulares.

Cabe recordar que, sin tener ninguno de los dos titulación de Medicina, Gisbert y Coté realizaron transfusiones de sangre, liposucciones y pequeñas intervenciones quirúrgicas, «tipo biopsia», según las víctimas en el centro de Vinaròs. Numerosos afectados desfilaron por el juzgado de Castellón durante la vista oral, relatando los tratamientos que los falsos médicos les habían realizado a ellos y a sus hijos.

Los tres procesados negaron en sus declaraciones los hechos. Sus defensas quisieron desprestigiar a fiscal, juez instructor y a la Policía Judicial de la Guardia Civil.

Gisbert tildó de «relato lacrimógeno» el escrito del fiscal, afirmó que los cargos contra él eran «surrealistas» y acusó de todo a una doctora rusa --la única titulada en Estetic Medical Center--, que se encuentra huida.

Por su parte, Coté se reivindicó ante el tribunal como un doctor de prestigio internacional, acusando a las víctimas de «ir a por mis siete millones de euros». Ambos podrán recurrir la sentencia ante el Tribunal Supremo.