Aparentó ser una persona solvente y se hospedó en un conocido hotel del centro de Castellón. Permaneció allí durante cinco noches en octubre del 2015, con la intención, en todo momento, de marcharse sin pagar la cuenta.

Pasados esos días, el hombre se marchó del establecimiento hotelero, dejando una deuda de 270 euros. Mientras se encontraba en el centro de la ciudad, conoció a una joven, con la que entabló conversación, asegurándole a la chica que él trabajaba en una importante empresa textil y que había viajado por negocios desde Madrid a Castellón.

Pasaron toda la tarde juntos y la joven le dejó quedarse esa noche en su casa de Vila-real. Al día siguiente, llevó al hombre al hotel antes mencionado y, una vez llegaron, él le dijo que su tarjeta de crédito se había desactivado y que no le dejaban retirar sus pertenencias del hotel. La mujer, creyendo su versión, le prestó 150 euros, prometiéndole el susodicho que se los devolvería.

LE DEJÓ SU CASA / La joven permitió que este siguiera en su casa de forma temporal, logrando que se marchara de la vivienda nueve días después. En cambio, cuando el hombre se hubo ido, se dio cuenta de que le había robado. Le faltaban 100 euros, que guardaba en una hucha, una cámara de fotos, valorada en casi 200 euros, y el cargador de un teléfono.

El individuo, nuevamente sin contar con un alojamiento, se dirigió a otro hotel de Castellón y se hospedó allí. Con el mismo modus operandi, dio apariencia de normalidad y seriedad, y dejó un saldo deudor de 100 euros.

La Audiencia Provincial de Castellón lo ha condenado a 22 meses de prisión por un delito continuado de estafa, con la circunstancia agravante de reincidencia, pues ya había sido condenado anteriormente por otras dos estafas, cometidas en Logroño y Barcelona, y por las que fue sentenciado en marzo y diciembre del 2013.

INDEMNIZACIONES / Además, el procesado deberá pagar una multa de 196 euros por un delito leve de hurto, así como indemnizar en 450 euros a la mujer a la que robó en su casa y en 270 y 100, respectivamente, a los dos hoteles de los que se fue sin pagar del centro de Castellón.

El procesado ha recurrido la sentencia, aunque su recurso ha sido desestimado, imponiéndosele, además, las costas del proceso al ya condenado por estafa continuada y hurto. Y es que, tal y como señalan los magistrados de la Audiencia Provincial, el testimonio de la afectada «merece plena credibilidad», tal y como evidencian en su sentencia.